La música ayuda a respirar.

     La música está en la naturaleza y, por tanto, forma parte de nosotros. Las hojas de un árbol, el viento y la lluvia, juntos, son capaces de componer las más bellas sinfonías. El crujir del deshielo en primavera, el rumor del agua que pasa queda o su furor cuando desafía a la gravedad y se lanza al vacío para golpear las rocas con toda su energía, es música. El repiqueteo de las aves guarecidas en sus nidos, el paso suave de un ciervo sobre el mullido del bosque en otoño..., el silencio mismo, si lo escuchamos atentamente, es música.


     Creo que, verdaderamente, necesitamos la música y de ahí nuestro empeño por capturar los sonidos y de atraparlos en hojas de papel con el fin de que perduren, con el fin de conservarlos. No sé cómo hubiera sido nuestro mundo sin la música, pero imagino que sumamente triste. Tampoco quiero saberlo. La música nos hace sensibles, amables, nos cura, nos da energía, nos alegra y nos conmueve. La música despierta nuestros sentidos y no pide, la música da, porque es generosa. La música ayuda a respirar.

     Hay privilegiados dotados de una sensibilidad especial, de una especie de don. Compositores geniales han ido de la mano de cantantes no menos extraordinarios. Juntos o por separado, han dado al mundo piezas inolvidables y magníficas. Un ejemplo claro de ello son las obras maestras del cine, que tienen entre sus tesoros grandes bandas sonoras, o ciertas obras de arte que han inspirado a los autores para componer músicas de ensueño. La poesía tiene en la música su complemento perfecto y determinados personajes históricos fueron eternizados por músicos que les dedicaron composiciones llenas de fuerza y de magnetismo.

     Como todas las artes, la música es expresión de sentimientos y, en ocasiones en las que nos encontramos en encrucijadas de índole racional, escuchar una melodía o unos acordes se revela como una terapia idónea. En tiempos como los que corren, en los que nos levantamos cada día con noticias que nos apabullan un tanto, nos viene bien demorarnos un instante y atender como se merece a esa parte de nosotros que se remueve al escuchar esa melodía que nos trae un recuerdo, una nostalgia, un ayer que nos hizo felices. Ese instante puede convertirse en la llave que nos abra la puerta al optimismo. Quien consiga ver la vida desde ese punto de vista será más feliz, disfrutará de ella de forma serena y contribuirá a que quienes estén a su lado, también lo hagan. Eso es lo que importa, al fin y al cabo, así que si la música nos lleva hasta ahí, mejor antes que después.

     Finalizo dando las gracias, como siempre, a quienes leáis mi entrada. Por si queréis comenzar a demoraros ahora, porque este momento os parece tan buen momento como cualquier otro, aquí os dejo un par de llaves: Buena música en Unire Blogger y "Who wants to live forever", by Queen.

"El arte de la Música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos"

Oscar Wilde.

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El arte de la Musica es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos.

» Oscar Wilde  (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés

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