lunes, 13 de junio de 2016

Tres reseñas de buen cine


El rey del juego. EEUU, 1965. Norman Jewison. Int. Steve McQueen, Edward G. Robinson, Karl Malden, Tuesday Weld, Ann-Margret, Joan Blondell.  Nueva Orleans es la ciudad en la que tiene lugar la acción. Años sesenta, póker, jazz, garitos de juego y música racial, un hombre joven, atractivo, buen jugador, que no aprecia en lo que vale a la mujer que le ama y que es  perseguido por una mujer a la que no quiere y que solo busca divertirse con él. Presionado por una pandilla de jugadores de medio pelo, se lo cree y reta al que es el rey, visiblemente viejo, aparentemente cansado. El orgullo prepotente y la osadía frente a la experiencia pícara lleva la dura caída. Todos los ingredientes del cine americano con buena música de fondo. Los actores, impecables. 



https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgddw2YqEYDOBODU5HW0uY2djBlxDny1xuywWJuoHM_FqRZCFNG7CNrQJaEEc4sLunNdtVjYufi5zZzyDV3NR4iVKuh_IIOv5U6MKPad93Q4Wlla-y5NpiXEZ97tMlBcsQfc4FvOLF2lrwS/s320/sjff_03_img1178.jpgCampo de sueños. EEUU 1989. Phil Alden Robinson. Int: Kevin Costner, Amy Madigan, James Earl Jones, Ray Liotta, Burt Lancaster. 
Un hombre tiene un sueño y lucha por cumplirlo; a partir de ahí, idealismo, fuerza de voluntad y perseverancia hasta casi la tozudez, todo, al servicio de la magia. Una película entretenida con la que pasar un buen rato. Una oportunidad de ver a buenos actores en papeles sin grandes pretensiones y de gozar unos minutos con la aparición de un Burt Lancaster que conservaba, a sus 76 años, la misma sonrisa franca y atrevida que le caracterizó en su juventud y el porte de actorazo que no necesita más presentación que el nombre.


Christmas, again. EEUU  2014. Charles Poekel. Int: Kentucker Audley. Una película ambientada en la época de Navidad que nos muestra cómo no todo es luz y color. El protagonista es un hombre que hace el turno de noche en un puesto de venta callejero de árboles y adornos de Navidad. Está solo y se relaciona con personas de diversa índole. La fotografía de la película es oscura, intimista, emborrona el fondo para resaltar a los personajes; llaman la atención los primeros planos de los rostros, sobre todo en las escenas en las que el silencio manda sobre los diálogos. No hay héroes, no hay escenas de alta tensión, pero la cámara capta una historia muy interesante. 
El director, Charles Poekel ha debutado con esta película, que también ha producido. Presentada en el Festival de Sundance, ha sido nominado al Independent Spirit Award: Premio John Cassavetes
Su protagonista, Kentucker Audley tiene su propio sitio Web y es director, además de actor.